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Un surfista afortunado vivió para contar la historia de lo fuertes e impredecibles que pueden ser las olas en Playa Zicatela, así como la de la gente de Puerto Escondido que se unió en su ayuda.
Matt Bromley, un surfista de olas grandes de Sudáfrica, sufrió una lesión sangrienta en la cabeza el viernes después de ser golpeado por la punta de su tabla de surf de 2.9 metros en olas de entre 3 y 4.5 metros.
Alan Van Gysen, que vio el accidente desde la orilla, dijo que la punta de la tabla de Bromley «no alcanzó el ojo por milímetros», dejando en cambio una lesión «excepcionalmente ancha y bastante larga» que iba desde la ceja hasta la parte superior de la cabeza. Aparte de la hinchazón, el surfista se está recuperando sin ningún problema de conmoción cerebral.
“No hay nada malo en el hueso, ni fractura ni fisura. Fueron solo los músculos, tejidos y piel los que se vieron afectados”, añadió.
Momentos después de que Bromley fuera golpeado, miembros del cuerpo de salvavidas de Puerto Escondido intentaron acudir en su ayuda, pero su embarcación personal se averió, dejándolos varados en tierra.
Sin inmutarse, se pusieron en contacto con algunos pescadores locales, que acudieron en ayuda de Bromley y lo llevaron a la playa, donde los esperaba una ambulancia.
El surfista herido no sólo tuvo que lidiar con el dolor y la visión borrosa debido a la sangre que corría por su rostro, sino también con las fuertes olas, que seguían chocando contra él y dificultando mucho sus intentos de nadar de regreso a la orilla.
«Verlo recibir esa paliza y luego sufrir cuatro olas que lo golpearon y lo arrastraron mar adentro fue realmente retorcido de ver», dijo Van Gysen.
Una vez superada la última ola, un grupo de surfistas acudió en su ayuda y le ayudó a llegar al barco pesquero.
Bromley regresará a Ciudad del Cabo esta semana una vez que los médicos descarten cualquier riesgo de infección.
Van Guysen dijo que espera y reza para que «accidentes como estos activen el apoyo que los salvavidas tan desesperadamente necesitan en lo que debe ser una de las olas más peligrosas del mundo. Es mucho más retorcida de lo que jamás imaginé».
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